Los Halons son sustancias estables
con una baja toxicidad, usadas desde comienzos del siglo para
apagar los incendios y eliminar las explosiones.
Actualmente el halon 1211 (un agente líquido) se emplea
principalmente en los extintores portátiles y móviles
mediante carro, mientras que el halon 1301 (un agente gaseoso)
se emplea en los sistemas de apagado automático.
Estos halons
demostraron ser unos extinguientes muy eficaces, tienen una
muy baja toxicidad y son limpios (no dejan residuos).
Normalmente por combustión
se entiende la reacción química suficientemente rápida de
una sustancia combustible con el oxígeno que está acompañada
por la emisión del calor, de llama, de gas de combustión,
de humo y de luz.
Durante una simple combustión es el oxígeno del aire que
interviene, pero se pueden verificar incendios en ambientes
más ricos de oxígeno con la consecuencia que el incendio
será mucho más vivaz por motivos que comentaremos más
adelante.
Distintas sustancias contienen en sus moléculas una
cantidad suficiente de oxígeno para poder quemar sin algún
aporte desde el exterior y por lo tanto también con la
ausencia del aire. Las más conocidas entre estas son las
sustancias explosivas y el celuloide.
Como todos sabemos la gran parte de los combustibles pueden
ser conservados en el aire sin que se comience un proceso de
combustión. Si en cambio se calienta en modo progresivo la
masa del combustible, cuando se alcanza una cierta
temperatura, comienza el fenómeno de la combustión que se
extiende gradualmente hacia todo el combustible, dando lugar
a aquella que se llama combustión viva. Esta temperatura, más
allá de la cual la combustión se realiza
independientemente de la cesión de calor desde el exterior,
se llama temperatura de encendido o temperatura de
autoencendido.
Ya podemos afirmar que para que se produzca un incendio es
necesario que se satisfagan tres condiciones:
la presencia del combustible;
la presencia del oxígeno;
una temperatura mínima correspondiente a la temperatura de
encendido.
A continuación veremos que tales condiciones deben ser
ulteriormente precisadas, por cuanto concierne a la combustión
o incendio de los líquidos o de los gases inflamables.
Si faltase una sola de las tres condiciones el incendio se
apaga. Por lo tanto existen tres causas que pueden
determinar la fin: el combustible se termina, la falta de oxígeno
y la disminución de la temperatura de la entera masa del
combustible (por debajo de aquella de encendido). Entonces
se tienen tres sistemas fundamentales para prevenir el
incendio o para obtener el apagado. Estos son:
El combustible se termina o se retira. El apagado del
incendio se realiza indirectamente, retirando materialmente
la sustancia combustible del foco, cerrando una válvula de
interceptación en caso de incendio de un fluido que sale de
una tubería, transfiriendo por medio de bombas el líquido
desde un depósito en llamas a otro vacío y lejano, creando
fajas corta fuego en los incendios de bosques;
La sofocación, es una operación mediante la cual se
obtiene una separación entre la sustancia combustible y el
oxígeno del aire. Se obtiene también una sofocación o
dilución de oxígeno cuando se logra disminuir el
porcentaje de oxígeno del aire por debajo de determinados
valores, como veremos mejor a continuación;
El enfriamiento, cuando se puede aplicar atacando el
combustible que se está quemando con sustancias adecuadas y
capaces de sustraer el calor y de enfriar la masa por debajo
de su temperatura de encendido.
La acción de apagado se puede obtener mediante el empleo
simultáneo de varios sistemas, en particular, los dos últimos
con resultados obviamente más eficaces.
Cuánto es dañoso
el Halon?
Algunos autores hablan de
apagado por acción mecánica, por ejemplo al
apretar con el zapato una colilla o un tizón que
arde. En efecto, se trata de una acción de sofocación
y, más que otra cosa, de enfriamiento obtenido
mediante la acción mecánica de machacado del
material combustible que teniendo una vasta
superficie de contacto sea con la suela del zapato
que con el terreno contra el cual se aprieta, se
enfría en cada parte por debajo de la propia
temperatura de encendido. Otra acción mecánica es
aquella de la subdivisión realizada mediante
violentos chorros de agua sobre los materiales en
llamas, de este modo se le permite al agua alcanzar
una mayor superficie del combustible con un más rápido
y eficaz efecto de enfriamiento.
Además de los tres sistemas de apagado citados,
existe un cuarto que se puede aplicar sólo en los
incendios de vapores y gases inflamables llamado de
inhibición química de la llama que explicaremos a
continuación.
Para poder extinguir un incendio, tradicionalmente
se necesita quitar una parte del triángulo de
encendido, o sea el combustible o el oxígeno.
El halon agrega una cuarta dimensión al proceso
porque se introduce interrumpiendo el efecto químico
en cadena de la combustión, impidiendo a las tres
condiciones anteriormente expuestas de combinarse
entre ellas.
La capacidad de destruir el ozono por parte de una
sustancia depende de muchos factores, principalmente
del cloro y del bromo, los cuales están contenidos
en los halons. Los investigadores, para poder
efectuar las comparaciones entre los distintos
componentes, crearon una escala de medición
denominada ODP (o sea la potencialidad de distribución
del ozono).
Desde cuánto
tiempo se emplea el Halon para uso Contra incendio?
Los refrigerantes comunes, que se encuentran en las
neveras o en los sistemas de acondicionadores,
tienen el valor de 1 unidad como referencia; el
halon 1301 tiene un valor comprendido entre 10 y 16,
lo que significa que el halon tiene una
potencialidad de destrucción de la capa de ozono de
10 a 16 veces superior a la capacidad destructiva de
los comunes CFC empleados en las instalaciones de
refrigeración.
El empleo mundial del halon es mucho más bajo que
el de los CFC, aunque causa más daño al ambiente,
estimándose que contribuye en la destrucción de la
capa del ozono en un 20 %.
El tetracloruro de carbón (halon 104) se utilizaba
antes del año 1.900, aunque si sus subproductos de
combustión eran letales. A causa del elevado número
de muertes, se comenzó una investigación para
poder crear sustancias más seguras para el mismo
ser humano.
Se probaron distintos tipos de sustancias, durante
el año 1.947 mediante una investigación realizada
por el Purdue Research Foundation y el ejército
Americano, se descubrieron dos halons con una baja
toxicidad eficaz: el halon 1211 y el halon 1301.
Estos halons, si se emplean en un modo correcto, son
los mejores agentes extinguientes para el apagado de
los incendios.
Gielle Srl - Establecimiento y Oficina Via R. Ferri 32 Z.I. - 70022 Altamura (Ba) Italy
Tel +39 0803118998 - Fax + 39 0803101309
E-mail: info@gielle.it
- Save in outlook